Accidentes de colisión trasera
Uno de los accidentes más comunes entre automóviles es la “colisión trasera”. Estos accidentes generalmente son causados por un conductor que retira la mirada de la carretera por solo unos segundos, para cambiar la estación de radio o, a menudo, para “espantar” un insecto de su automóvil. Aunque resulte increíble, los insectos causan una gran cantidad de accidentes, porque los conductores se distraen debido a la fobia normal a las pequeñas criaturas voladoras.
La ley de velocidad básica de California exige que los conductores siempre guarden una distancia prudencial del vehículo frente a ellos para poder frenar de manera segura sin chocar con el vehículo que tienen por delante. Debido a este requisito jurídico, prácticamente no existe una situación en la que se pueda atribuir una colisión trasera al vehículo delantero. Se asume que el vehículo trasero ha violado la ley de velocidad básica y es casi imposible que un conductor que choca un vehículo que va delante evite ser considerado responsable de la colisión.
Traumatismo cervical
Las colisiones traseras a menudo provocan una de las lesiones por accidentes automovilísticos más comunes, conocida como “traumatismo cervical”. El “traumatismo cervical” ocurre cuando el cuello experimenta repetidas tensiones bruscas y fuertes hacia adelante y hacia atrás. Las lesiones por traumatismo cervical varían de leves a graves. El traumatismo cervical leve produce dolor de cuello, dolores de cabeza, hormigueo en las extremidades y rigidez en el cuello.
Las lesiones moderadas por traumatismo cervical pueden provocar síntomas más graves, como los que ya se nombraron, sumados a dolores de cabeza crónicos y daño neural. El traumatismo cervical moderado puede provocar abultamiento o adelgazamiento de los “discos” de los tejidos blandos que amortiguan las vértebras para que no rocen entre sí, lo que puede ser muy doloroso y causar una pérdida parcial de la fuerza en las extremidades o incluso alguna parálisis. Las lesiones severas por traumatismo cervical pueden dejar a una persona literalmente paralizada durante días, meses o en forma permanente debido al daño a los nervios que transmiten mensajes del cerebro al cuerpo.
Lesiones graves
Pueden ocurrir lesiones incluso más graves en el cuello y la espalda en las colisiones traseras cuando las vértebras de la médula espinal se fracturan o incluso se aplastan. En esas situaciones, una persona puede requerir cirugía, incluida la “fusión” de las vértebras, lo que limita severamente su capacidad de moverse con libertad por el resto de su vida, en muchos casos.
Además de las lesiones en el cuello y la espalda, muchas personas no se dan cuenta de que el cerebro puede sufrir lesiones graves por los mecanismos de una colisión trasera, incluso si la persona nunca se golpea la cabeza con nada. El movimiento rápido hacia adelante y hacia atrás involucrado en tales colisiones hace que el cerebro se comprima dentro del cráneo a medida que se mueve y luego se detiene repentinamente. Esto puede causar hematomas (sangrado) dentro del cerebro que pueden provocar la pérdida de la capacidad cognitiva, es decir, la capacidad de pensar con claridad.
Para algunos, estas lesiones y la pérdida de las funciones cerebrales nunca se revierten. En esos casos, una persona nunca podrá volver a su trabajo normal, puede perder recuerdos o la capacidad de recordar cosas nuevas, puede perder la capacidad de adquirir conocimientos nuevos y tal vez ni siquiera reconozca a sus seres queridos. Peor aún, es posible que algunos nunca puedan cuidar de sí mismos nuevamente y, sin embargo, sean plenamente conscientes de su discapacidad. Este es el tipo de lesión cerebral más devastadora para la persona y sus seres queridos. Imagínese que de repente queda mentalmente discapacitado, pero con el recuerdo de haber sido alguna vez médico o científico.
Asistencia médica
Las colisiones traseras siempre son peligrosas y los daños pueden no notarse durante días o incluso semanas después del accidente. Muchas personas creen que debido a que no informaron dolor ni síntomas de la lesión de inmediato, “perdieron la oportunidad” y no pueden continuar con su reclamo. Esto es absolutamente falso. Si se “siente bien” después del accidente, pero luego desarrolla síntomas como los descritos anteriormente, debe solicitar atención médica de inmediato y la realización de pruebas radiográficas (rayos X, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas) para determinar el alcance de las lesiones.
Muchas lesiones solo pueden ser diagnosticadas mediante estas pruebas de imágenes médicas por un especialista médico calificado. Si su médico determina que ha sufrido lesiones, debe buscar de inmediato la ayuda de un profesional legal con experiencia en accidentes automovilísticos, que comprenda la mecánica de sus lesiones y pueda colaborar estrechamente con su médico para asegurarse de que reciba el tratamiento que necesita y el acuerdo que merece.
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